martes, 22 de mayo de 2012

Espacio público como ideología


        En este texto se muestran dos formas de hablar del espacio público: como discurso y como lugar.


1. El espacio público como DISCURSO

Hay muchas definiciones que a lo largo de los años se ha ido dando al concepto de espacio público. Siendo este utilizado en los discursos políticos con respecto al tema de ciudadanía y a la realización de principios igualitaristas. Una de las definiciones que se ha ido a las décadas de este concepto ha sido la de espacio público como áreas de una ciudad a las que todas las personas tienen acceso.

Desde la filosofía política, otra línea de definiciones que se ha ido creando ha sido la de espacio público visto desde un punto de esfera pública o reunión de personas particulares que fiscalizan el ejercicio del poder y se pronuncian sobre asuntos concernientes a la vida en común, es decir, el espacio público como categoría política, el cual está dividido en dos partes; por un lado la mano de la oposición entre polis y oikos, y por otro lado, la reflexión sobre el proceso que lleva un creciente recorte racionalizado de la dominación política implicando con esto la censura moral y la igualdad ante la ley.

Pero cabe señalar que ninguna de las definiciones que se mostraban en el texto de este autor, es por sí misma la que está actualmente vigente. En la mayoría de los casos antiguamente se utilizaba colla, escenario etc.. En vez de espacio público. La definición actual es más o menos para la distinción entre lo público y lo privado, es decir que se limita a identificar lo público como espacio de visibilidad generalizada, en la que los que estén presentes formaran una sociedad.

Es decir tanto la ciudadanía como el espacio público son considerados como una especie de tapaderas del discurso político, una forma de tapadera de la jerarquización de los valores. Haciendo de esto un control, para así poder llegar a ser influentes, es decir, para que la minoría dominante sea capaz de lograr inculcar lo que ellos quieren ocultando principalmente entre valores que supuestamente son universales. Cabe señalar que como según llamaba Foucoult “modalidad pastoral del poder”, que se inspiraba en el modelo “ágora”, se afirma que se inspiran en el discurso del espacio público, en el que el poder se ejercía sobre un rebaño haciendo que el jefe calmara las rebeldías de la ciudad y hacer que prevaleciera sin conflictos.


2. Espacio público como LUGAR

Esta es vista como una categoría política, algo físico y tocable para la sociedad. Es un lugar donde los sistemas políticos ven o hacen que ven confirmada la verdad de la naturaleza igualitaria, es decir, un lugar donde se ejercen los derecho de expresión y reunión, como si los ciudadanos a través de esto tuvieran una forma de control sobre los poderes y el lugar desde donde esos poderes pueden ser cuestionados sobre lo que afecta a todo el mundo.

Es la extensión material de lo que realmente es la ideología, en la que se enmascaran las relaciones sociales reales.

Los espacios públicas materializados se convierten en un escenario de comunicación, donde los niños juegan, donde se establecen nuevas comunicaciones.



REFLEXIÓN:

Los espacios públicos como hemos visto en el texto, son lugares en los que se supone que la sociedad se reúne para tratar los temas comunes que existen, son lugares de libertad, es la distinción entre público y privado. Pero esto no es así, puesto que hoy en día las personas estemos donde estemos siempre estamos subordinados a lo privado. Cuando una persona está en un lugar considerado “espacio público” tiene que seguir unas normas, unas costumbres y ejercer un rol, por lo tanto ya no es un espacio público donde podemos “hacer lo que queramos” o “hablar sobre lo que queramos” porque siempre estamos en constante alerta sobre que ocurre a nuestro alrededor, quien puede vernos u oírnos. Estamos siendo constantemente vigilados y subordinados al Estado, a los altos cargos porque supuestamente la política es la que regula la vida para que exista orden en ella.

Los espacios públicos por lo tanto, hoy en día, son lugares por los que todo el mundo transita, pero en la actualidad, sobre todo en las grandes ciudades, ya no son utilizados para interactuar, para jugar, para “pasar el rato”, porque ya no son espacios nuestros, sino espacios vinculados a la dominación política, al orden y a la vigilancia. En definitiva, se ha perdido la niñez y el uso en las calles.





Texto: Delgado, Manuel. (2011): El espacio público como ideología.  Madrid, La Catarata.  pp. 15-40


No hay comentarios:

Publicar un comentario